Marina
Es algo difícil de explicar, porque lo que produce es una emoción contenida que se agarra en la boca del estómago. Y las cosas de las vísceras son más difíciles de contar. Acaba de aparecer entre nosotros y ya es imprescindible. Y sobre todo está. Porque lo que importa es que la tenemos para contemplarla, para disfrutarla, pare verla crecer. Todavía no la conozco y ya la echo de menos. ¡Marina, nos vemos en dos meses! ¡Ya verás qué pronto pasan!
New York, 24 de octubre
3 Comments:
quillo! se parece un monton a ti!!Bienvenido a la blogesfera!ten cuidao q esto engancha!
Un abracho
hola ¿es sobrina tuya por casualidad? Me voy poniendo al día.
Sí, es sobrina mía, la primera que tengo. Pero no por casualidad: es que es la hija de mi hermana.
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