Mónica
Mónica quiere cambiar el mundo, pero hace tiempo que se dió cuenta de que la obra le quedaba un poco grande y decidió dedicarse a intentar ser feliz. Pero no deja de pensar en ello ni un solo día. Y me parece bien, porque es lo que ha decidido. Y me gusta fiarme de ella, porque suele saber lo que hace, aunque se lamente de lo que no hizo. Mónica es racional, de una racionalidad inteligente. Ella puede explicarte lo que tú quieras, pero prefiere escuchar y dejar que seas tú el que hables; es capaz de sacar lo mejor que hay en ti, con una sonrisa pícara y la mirada atenta. Dice que siempre aprende, aunque a veces pienso que lo sabe todo. Y discrepa, pero lo hace en voz baja, para no molestar. Creo que no sabe que ella nunca molesta. Mónica tiene una mente curiosa. Se cuestiona todo y siempre encuentra respuestas ocurrentes. Tiene mil teorías, pero sólo te cuenta algunas. Y no deja de sorprender. A Mónica no le importan las apariencias, los convenios o la Biblia. Porque quiere al ser humano tal y como es, porque está enamorada de las personas, aunque no deje de preguntarse por qué. Le gusta la gente inteligente, pero es capaz de pasarse horas con cualquiera. A ella, que es médico, le parece que es mejor escuchar a un viejito que recetarle una aspirina. Y también es pasional; Mónica destila amor por todos sus poros, esos que vieron la luz muy cerca del Caribe. Y es capaz de emocionarse con la cosa más simple. Ella es de esas personas que son capaces de dar lo poco que tengan sin pedir nada a cambio, porque es la más generosa del mundo; es posible que exagere, pero a mí me lo parece. Por eso ella habla del correo, en lugar de la correspondencia, porque no quiere ser correspondida si tú no quieres corresponder. Eso es parte de su mundo maravilloso, que guarda dentro de sí. Últimamente le ha dado por decir que la vida es muy corta y yo me he echado a temblar; a ella siempre se lo ha parecido y no sé porqué lo dice ahora. Sólo espero que esté bien, porque está lejos desde hace mucho tiempo y donde vive nunca sale el sol. Y si alguno se pregunta si es real, le diré que sí. Y que tiene todo esto. Pero es que tiene mucho más. Y lo siento por el mundo, pero me guardo lo mejor. Esta es la parte negativa de que el blog sea público.
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